[anécdotas olímpicas] Quien quiere... puede

por Daniel Valenciano, 2ºF

George Eyser es un adolescente cuando llega a Estados Unidos con su familia. Consigue un empleo como contable y a los 24 años, obtiene la nacionalidad estadounidense. Además, empieza a practicar gimnasia en un club local llamado Concordia.
Pero sus aspiraciones deportivas se frustran cuando en algún momento de su juventud (su biografía no ofrece una fecha clara ni los detalles del suceso), pierde gran parte de la pierna izquierda en un accidente acaecido en unas vías de tren (podéis imaginar cómo).
Este severo inconveniente no echa para atrás a Eyser, que ya tenía entre ceja y ceja los Juegos Olímpicos que se iban a celebrar en su ciudad, en 1904.
Y lo consigue. A los 33 años, forma parte del equipo estadounidense de gimnasia. Y lo hace con una prótesis de madera, con una pata de palo.
Participó, a los 32 años, en los Juegos Olímpicos de verano de 1904 realizados, donde consiguió ganar seis medallas, entre ellas la medalla de oro en las pruebas de barras paralelas, salto sobre caballo y escalada de cuerda, la medalla de plata en las pruebas de combinada y caballo con arcos, y la medalla de bronce en la prueba de barra fija. Asimismo finalizó cuarto en la prueba realizada por equipos y décimo en la prueba de triatlón gimnasia.
 
Con su participación en estos Juegos, Eyser se convirtió en el único deportista con una discapacidad física, y con la utilización de una prótesis de madera, en competir en unos Juegos Olímpicos. En 2008 la sudafricana Natalie du Toit, amputada de la pierna izquierda, se convirtió en la primera deportista en lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos de 2008 realizados en Pekín (República Popular China), donde finalizar decimosexta en la prueba de natación de 10 kilómetros en aguas abiertas.
 

 
 

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